viernes, 15 de julio de 2016

¿Escuchás el silencio
de los cielos amarillos
muriendo en el horizonte?
Las hojas bajo mis pies crujen,
el pasto se retuerce con el calor del Sol,
mientras camino para tocar el mundo.
No distingo día de noche,
porque aquí es siempre amanecer
y siempre atardecer.
Voy sola,
pero acompañada de todas mis experiencias,
mi mochila está cargada de recuerdos
y las pupilas, de paisajes. 
¿Escuchás el silencio
de mi alma
en el eco de la eternidad?

PH: Eileen Stalherm


lunes, 11 de julio de 2016

No hay montaña más alta,
ni cima aparentemente más inabarcable
que la de los sueños. 
Pero aquí estoy, 
atravesando las nubes, 
acariciando los cielos, 
comprobando que el Sol es mi abrazo.
Lo terrenal desde este ángulo, 
es estar clavado a un suelo, 
con los pies atados
y las alas plegadas.
Yo ya soy etérea, 
navegante de paisajes, 
hueco lleno de experiencias, 
alma suave y receptiva.


PH: Eileen Stalherm



sábado, 9 de julio de 2016

¿Y si al final de todo
el núcleo de la humanidad
es ir por la vida intentando hacer conexiones
con otras vidas?
Quizás una chispita
haga encender una fogata
en el corazón de las existencias
y se nos graben en el pecho mil historias.
Gracias a esa comunión
a lo mejor la escritura sangre
en la música del mismísimo silencio
y las realidades
y las voces
y las miserias
y las dichas
se reúnan en una armoniosa mirada de revelación.




“Todo lo que podría existir ya existe.  
Nada más puede ser creado, sino revelado” 

Clarice Lispector.

lunes, 4 de julio de 2016

Diario de un obsesivo

12:20 horas en que no te veo,
como la luna no ve al Sol
y en el tintinear de las horas,
se me cae el pelo
y las uñas se desgastan de tanto rasgar.

12:21 horas en que no te veo,
como el hueco de la mochila
no ve a la cartuchera,
y cada minuto es un siglo,
de lápices que golpean la mesa con su tic tac.

12:22 horas en que no te veo,
y arranco todas las hojas del cuaderno,
las tiro al tacho,
porque merecen morir
como este amor miserable.

12:23 horas en que no te veo,
y los ojos se me enrojecen,
de furia y de enojo,
mis labios buscan tus mejillas opacas.

12:24 horas en que no te veo conectada,
y se te ocurre escribirme un hola.
El tiempo se hace nada
y la nada como una bola rueda,
hundiéndose en el propio mar.

Buenas noches.

0 horas en que no te veo conectada.