sábado, 31 de diciembre de 2016

Año nuevo

Ningún hombre puede bañarse dos veces en el mismo río.
Heráclito

Cada minuto es una oportunidad
para el ave fénix que renace,
para que el perdido se encuentre,
para cambiar el rumbo.
Llega el momento de balance
y es importante contabilizar cada sonrisa
y cada te quiero
cada lágrima y su porqué,
aun por las que salen sin causa aparente.
Recordar nuestras salidas del molde
que nos hacen personas más valiosas
y tolerantes
y aquello que con los años no cambia
porque nos hace únicos e irrepetibles.
Pensar en los errores
y en qué nos gustaría modificar,
reír porque nos dejamos ser como el mar
y nos identificamos con la orilla.
Contabilizar todas las lluvias que vimos
y cómo nos empapamos
o todos los tés mirando la ventana.
Agradecer las citas con otros
y las citas con una misma
los auto-mimos y los mimos colectivos.
Celebrar las palabras a cada instante,
esas que nos hacen únicos como especie
y valorar cada paso que dimos este año
con el pie izquierdo y el derecho.
Cada maratón que corrimos
para aprender a parar
y recordar los sueños que nos quedan en el tintero
para que no duerman bajo la almohada.

¡Feliz 2017 para todos!
 

miércoles, 28 de diciembre de 2016

La publicidad es el opio de los pueblos

Mirta está acostada en su cama.  Son las dos de la mañana y todavía no concilia el sueño.  Mira el lugar de Luis.  Hace tiempo que se separaron, pero cada tanto, lo extraña…  O más que extrañarlo a él, necesita una presencia a su lado.  Prende el televisor.  El horario de los pastores evangelistas ya se acabó.  A ellos les toca el turno de 1 a 2 a.m.  Como sólo tiene canales de aire, no cuenta con mucha opción.  Y en una hora se le acaba la transmisión.  Están los de Gran Hermano en América, comiéndose una pizza fría, con café con leche.  Aburrido.  En TV pública hay una peli en blanco y negro.  No le interesa.  Pone Telefé.  Un conductor norteamericano, doblado en un castellano neutro promociona un producto.  Está parado en un set que simula ser una cocina de una casa.  Lleva puesto un traje y se muestra muy seguro de sí mismo, hasta un tanto autoritario.

Conductor: Mujer, usted- señala a cámara- que está cansada de limpiar el fondo de la olla, con esas esponjas que se rompen- La televisión muestra imágenes de mujeres que torpemente rompen una esponja mientras lavan y se frustran- mientras sus hijos vuelven del colegio y dejan sobre su lavabo todos esos tuppers con grasa y aceite, manchados con salsas.- Ahora se muestran imágenes de niños que dejan tuppers sobre la mesada y madres que se apenan y estresan ante la suciedad- Su marido se queja todas las tardes al volver de un largo día de trabajo de que ya no pasa suficiente tiempo con él a causa de esas fregadas tediosas.- Un hombre de traje y corbata reniega con la cabeza ante su mujer que “otra vez” está lavando los platos- No espere más.  Su solución ha llegado.  ¡La nueva esponja “Turbo Sponge” es lo que usted necesita!  Esta esponja tiene un sistema turbo con formato de manopla.  Usted la calza en su mano de esta forma y se activa su motor interno que permite que no haga más esfuerzos.  La esponja lo hará todo por usted.  Simplemente pase su “Turbo Sponge” por el fondo de la olla y se verá como nuevo.  Pruébelo en otras superficies. 
Aquí estoy con mi amiga personal, Lucy, que quiere hacer la prueba.Lucy: Oh, sí, Michael.  Todos los días los trastos me tienen agotada.  He probado con todo tipo de esponjas, pero ninguna ha funcionado.  Verdaderamente la “Turbo Sponge” me va a tener que comprobar que vale la pena comprarla. Conductor: Ya lo verás, Lucy.  Ya lo verás.Lucy se coloca en la mano la manopla con la esponja.  Toma una olla que se halla en el set y la limpia.  Como nueva.  Lucy: Voy a probarlo en otras superficies, porque con esta prueba no me alcanza.Toma un tupper manchado con grasa pegada en el borde.  Pasa el “Turbo Sponge”.  Todo limpio.Conductor: Prueba con el azulejo del baño, Lucy.  Sé que tienes dudas aún. Lucy: De acuerdo.Lucy se dirige al baño y limpia el azulejo.Lucy: Wow.  Es increíble.  Con el “Turbo Sponge” puedo limpiar cualquier superficie sin hacer ningún esfuerzo. Conductor: Y eso no es todo, Lucy.  Prueba tocando este botón- el conductor le señala un botón oculto en la manopla.  La esponja se dispara  mediante una extensión, un caño que estaba retraído- ahora llegarás aún más lejos.  Podrás limpiar esos lugares fuera del alcance. Lucy: En verdad la recomiendo.  No te pierdas tu “Turbo Sponge”.  Llame ya al teléfono en pantalla. La publicidad se repite resumida.  A Mirta le da la sensación de estar teniendo un deja vú. Espera unos minutos, quiere apagar la televisión pero está como embobada.Conductor: Y si llama en los próximos doce minutos se llevará de regalo un excelente detergente hecho a base de aloe vera que limpia mucho más que cualquier detergente común y no tiene los químicos que tanto afectan a la salud.  No se pierda esta increíble oferta.  ¡Llame ya!

Mirta se levanta de la cama, porque no encuentra el control remoto y apaga la televisión. -  Te venden una esponja a 200 mangos.  ¿Y aparte qué mujer rompe una esponja cada vez que lava? ¡Qué pelotudez!- se va a acostar.

Al otro día, su hijo llega para la hora del almuerzo. - Hola mamá, feliz día- dice entregándole un paquete con envoltorio rojo.  Adentro: la Turbo Sponge.

lunes, 19 de diciembre de 2016

¿Quién quiere poesía ahora?

¿A quién le importa la poesía

que llora en un rincón,

abandonada,

y se angustia por un frío que la inunda,

que la desborda?

¿A quién le importa la poesía,

la superposición de imágenes profanas,

la unión armoniosa de palabras danzarinas

en un mundo que grita banalidades?

¿A quién le importa la efímera poesía,

transgresora del punto y aparte?

¿A quién le importa la poesía

si no vende,

si ya nadie la lee,

si no es entendible?

La poesía seguirá importándole

a quienes la abracen desde el alma,

admirando su enigma,

besándole las pupilas desgastadas por su lucha,

prestándole papel y lápiz

para que nunca muera.