sábado, 31 de marzo de 2018

Yo quiero que sonrías de verdad

Yo no quiero que sonrías
si no te sale del centro del pecho
como un fuego amarillo
o una bomba anaranjada.
No sonrías si no sentís ganas de hacerlo.
El tiempo es corto como para estar mintiéndonos.
No te rías falsamente
(es esa risa que no es río,
que está enjaulada
entre barrotes a los que les entra viento).
No te rías por compromiso,
porque te enseñaron que hay que reír
aunque el chiste sea malo.
Me gusta esa sonrisa que tenés,
cuando perdés el control,
cuando respirás un perfume
que es dulce y te quema en la nariz.
Reíte a carcajadas
si el corazón te late a gritos,
a euforia con chocolate,
por algo gracioso que lanzaste
con tu espontaneidad.
Reíte y que te duelan las mejillas
y que con la regla del cero
se revienten las manos en el Uno.
Reíte como Diane Keaton
que se llora y se intercala
y aplaudí la función del medio,
que es tan valiosa como la última.
Yo quiero que sonrías y te rías
sin pensarlo,
por impulso.
Que te transformes
en agua de pileta en verano.
Que el sol te acaricie las pupilas
y que entonces vuelvas a ser vos.


Fotógrafa: Eileen Stalherm
Modelo: Evelyn Stalherm

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